Para la mayoría de nosotros, nuestros coches encabezan la lista de las mayores compras que haremos en nuestra vida. También pueden ser la causa de gastos inesperados cuando algo va mal. Para proteger la inversión en tu vehículo y evitar costosas reparaciones, la clave es tener un plan de mantenimiento regular. Es importante para tu seguridad y también puede ayudar a mejorar su valor de reventa.

Comienza tu plan de mantenimiento consultando el manual del propietario. La mayoría de los fabricantes ofrecen recomendaciones sobre la frecuencia con la que deben revisarse los principales sistemas.

Ten en cuenta que no está obligado a que el concesionario se encargue de todas las revisiones de tu vehículo: puedes llevarlo a cualquier mecánico profesional y mantener su garantía intacta.

A continuación, te presentamos algunas tareas de mantenimiento de tu coche que te ayudarán a mantenerlo en buen estado. Antes de pasar a ello, queremos recordarte que contar con seguro de responsabilidad civil es una buena elección.

Cambia el aceite regularmente

Los cambios de aceite y filtro son una de las tareas de mantenimiento menos costosas pero más importantes. El aceite limpio ayuda a mantener tu coche en funcionamiento durante más tiempo, ya que lubrica miles de piezas, recoge los residuos y la suciedad, y transfiere el calor fuera de su motor. Cuando el aceite se ensucia demasiado y el filtro se obstruye, puede provocar daños en el motor o incluso un fallo del mismo.

Recomendamos a nuestros clientes un cambio de aceite y filtro cada 3.000 kilómetros con aceite convencional, y 5.000 millas para las mezclas sintéticas.

Mantén los fluidos en los niveles adecuados

Los sistemas de tu coche dependen de una variedad de fluidos y aceites para funcionar correctamente. Además del aceite del motor, estos son algunos de los fluidos que deberían formar parte de tu plan de mantenimiento:

Aceite de la transmisión: Sigue las recomendaciones del fabricante sobre la frecuencia con la que debe cambiar el líquido de la transmisión. Ten en cuenta que este es un tipo de líquido que debe ser cambiado por un taller de reparación de automóviles de servicio completo en lugar de un taller de cambio de aceite de lubricación rápida.

Líquido refrigerante: Este fluido -también conocido como fluido del radiador o anticongelante- es fundamental para evitar que su motor se sobrecaliente. En nuestro severo calor, recomendamos que el refrigerante de tu motor sea reemplazado cada 24 meses.

Líquido del diferencial: debes comprobar el manual del propietario para la recomendación del fabricante sobre cuándo reemplazar el líquido diferencial, que suele ser un mínimo de 15.000 kilómetros. Comprobamos el líquido del diferencial para ver si está sucio, y lo cambiamos como parte de nuestro servicio de diferencial.

Haz inspeccionar tus frenos

El buen funcionamiento de los frenos es esencial, por supuesto, para la seguridad general de tu coche o camión. Aunque la mayoría de la gente no piensa en sus frenos hasta que un problema como chirridos o menor resistencia del pedal se hace evidente, el mantenimiento de sus frenos con un servicio regular puede ayudarte a asegurarte de que sus frenos están siempre ahí cuando los necesita.

Reemplaza tu filtro de aire

El filtro de aire de tu motor tiene que estar limpio para poder hacer su importante trabajo. Este filtro limpia el aire que fluye en el motor y contribuye al proceso de combustión; cuando se obstruye, tu motor puede funcionar mal, su potencia puede ser reducida, y su kilometraje de combustible puede disminuir.

Comprueba las mangueras y las correas

Varias correas y mangueras forman parte de lo que hace que su motor funcione. Como parte del mantenimiento regular del coche, estos deben ser revisados para detectar el desgaste excesivo o, en el caso de las mangueras, las fugas.

Nuestros técnicos estarán encantados de revisar las correas y mangueras cuando estemos bajo el capó para otros servicios, y la inspección de estas partes está incluida en nuestros paquetes de mantenimiento de kilometraje.

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